
Buenos días.
Tras participar como formadora de asesores en el Programa de Apoyo a la Transmisión de Empresas promovido por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y con la participación de CEPYME, he decidido publicar algunos posts sobre el tema. Este proyecto del Ministerio va dirigido a evitar la pérdida de riqueza, empleo y know how de empresas en funcionamiento cuyos propietarios quieren transmitirlas por motivos diversos (jubilación u otras cuestiones personales, o bien lanzamiento de otro nuevo negocio u otros motivos empresariales). No siempre es fácil para estos empresarios encontrar un comprador o inversor que mantenga la empresa en funcionamiento. Por este motivo, se lanzó hace unos años este programa en el que, gracias al apoyo de asociaciones empresariales y entidades públicas diversas, se ofrecen puntos de asesoramiento presencial, así como un base de datos para poder ofrecer cruces entre posibles inversores y empresarios interesados en transmitir sus empresas. Si visitas el enlace de arriba, puedes obtener más información. En el programa se incluyen también lo que coloquialmente se denominan «traspasos» y cualquier figura en la que se transmita un negocio.
Uno de las primeras preguntas que surgen en este supuesto es ¿cuánto vale mi empresa? O bien ¿cuánto vale ese negocio que me gustaría comprar? Nunca existe una única respuesta a esta pregunta, porque al final en un mercado libre es la negociación entre las partes lo que cierra el precio de la empresa. El valor que le dé un comprador a un negocio puede ser muy diferente del que le dé otro, y esto suele diferir, sobre todo, en función del rendimiento que cada uno crea que le podrá sacarle a esa empresa concreta si la adquiere.
No obstante, es posible analizar datos objetivos de una empresa en funcionamiento que permitan a las partes argumentar a favor de un precio más alto o más bajo. Y también hay datos subjetivos que es más difícil cuantificar pero a los que indudablemente se les asigna un valor económico.
Si estás pensando transmitir o adquirir una empresa, estos son los principales puntos a tener en cuenta para asignarle un mayor o menor valor:
- Contabilidad ordenada y preferiblemente registrada. En su defecto, justificación documental de la facturación y los beneficios y de los bienes de los que es propietaria.
- Rentabilidad y ratios económico-financieros adecuados y que puedan comprobarse de la anterior documentación.
- Situación arrendaticia o de propiedad del local en el que se ubica. ¿Es posible subrogar a otra persona en el lugar de la actual empresa? ¿A qué coste? ¿Por cuánto tiempo?
- Antigüedad y perfil de los trabajadores que haya que subrogar. ¿Tienen el perfil correcto?¿Su retribución y condiciones están dentro de la del mercado? ¿La dimensión de la plantilla es adecuada? ¿Hay algún trabajador crítico cuya continuidad esté en duda en caso de cambio de propiedad de la empresa? Si es necesario prescindir de algunos, ¿cuál es el coste de las indemnizaciones?
- Perfil de la clientela. ¿Existe una BB.DD. de clientes actualizada y con información suficiente? ¿Los clientes continuarán si cambia la empresa o persona que presta los servicios? ¿Hay mucha dependencia de un único cliente grande? ¿Los períodos de pago y la morosidad son adecuados?
- Proveedores: ¿Los períodos de entrega y cobro son adecuados?¿Mantendrán sus condiciones si cambia la empresa o persona que presta los servicios? ¿Hay alguno crítico para el negocio cuya continuidad pueda peligrar?
- Situación legal, fiscal y laboral de la empresa. ¿Tiene deudas con la Administración? ¿Y con terceros?
Continuará. Buena semana.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...