
En las culturas ancestrales se celebraba el solsticio de invierno porque esa fecha significa el final del reinado de la oscuridad. La luz ha triunfado, los días se van haciendo más largos poco a poco y todo lo que se ha ido pudriendo durante el otoño servirá para que de las semillas aparezcan nuevos brotes en la primavera. El solsticio es el principio del renacimiento.
Aprovechando el simbolismo de estas fechas, podemos pensar en aquellas cosas que queremos dejar ir y aquellas otras que queremos sembrar para la nueva temporada. Nuestro inconsciente recibe bien mensajes míticos, mágicos, por lo que si la formulación de propósitos la acompañas de algún ritual o puesta en escena tu mente o espíritu estarán en mejores condiciones para integrarlos. Depende de quién y cómo seas, el ritual y su escenario pueden ser muy diferentes: un paseo en la Naturaleza, una oración, saludos al sol, velas, música, bailes, cantos, decoración invernal… Cuanto más impactante sea la puesta en escena probablemente tenga más efecto en ti.
Os propongo algunos objetivos según lo que observo en el día a día empresarial, incluido el mío: soltar la necesidad de control, reconectar con nuestra motivación, tener una actitud de apertura y aceptación, recuperar la curiosidad.
Felices Fiestas. Feliz Renacimiento. ⭐